Priscilla vivió tras bambalinas mucho tiempo. Su papel siempre fue reducido al de «la esposa de», privandola de opciones e incluso de ambiciones propias. Sin embargo en ese rol también hay una voz y una mujer con una verdad propia que busca salir a la luz desde su propia experiencia. Su vida de la mano del Rey del Rock estuvo llena de altos y bajos, inmersa en el caos propio de la vida de una superestrella con tal impacto cultural y en esta adaptación (que cuenta con la guía de «Elvis and me», la biografía escrita por la propia Priscilla) podemos ser testigos de esta vertiginosa historia de (des)amor.
Sinopsis: Cuando la adolescente Priscilla Beaulieu conoce a Elvis Presley en una fiesta, el hombre que ya es una superestrella del rock and roll se convierte en alguien totalmente inesperado en momentos privados: un apasionante flechazo, un aliado en la soledad, un vulnerable mejor amigo. A través de los ojos de Priscilla, Sofia Coppola cuenta la cara oculta de un gran mito americano en el largo noviazgo y turbulento matrimonio de Elvis y Priscilla, desde una base militar alemana hasta su finca de ensueño en Graceland, en este retrato profundamente sentido y asombrosamente detallado del amor, la fantasía y la fama.
Uno de los actos más polémicos del actor y cantante sin duda fue contraer matrimonio con Priscilla, ella con 21 años y el con 32. Pero esa historia comienza muchos años antes, con una joven de apenas 14 años que cae rendida ante el carisma y el atractivo de un artista de la talla y fama de Elvis. Esta relación llevó a Priscilla a reformular su vida en incontables formas, sin duda extremas para una adolescente de su edad. La película pone en evidencia que el tipo de abuso ejercido por Elvis en relación a la diferencia de edad era muy distinto al que se puede inicialmente pensar, generando una relación en donde el control y el poder tenían un rol protagónico.
En la película vemos como la adoración y amor sincero de ambos va evolucionando progresivamente en un vínculo en donde la asimetría se hace cada vez más evidente, y donde la manipulación se torna en una opresión constante hacia una joven que ahora solo existe por y para Elvis.
Si bien la cinta se enfoca casi por completo en la relación de ambos, Coppola le da un espacio a Priscilla para expresar su punto de vista y sus emociones de lo experimentado como la esposa del gran ídolo musical del momento, logrando exponer al mismo tiempo las virtudes que inicialmente la conquistaron como las sombras que finalmente la hicieron buscar un camino propio. El guión logra mantenernos apegados al lado de la protagonista, pese a que, tal como en la vida, el foco compite constantemente con Evis.
Creo que la película hace bien al no adentrarse en la historia del cantante, pues logra darle el foco a la real protagonista de la historia, sin entregar excusas para los hechos de los que fue víctima. Otra cosa que transmite es su intento de no enjuiciar el «amor» como sentimiento desde Priscilla y también desde Elvis, que en este caso tiene etapas reales y sinceras, si no que exponer que este no es suficiente en sí mismo, y que necesita mucho más para sostenerse de forma válida en una relación, pues más que buscar culpables, esta historia busca dar voz a alguien que se mantuvo al margen de su propia vida por demasiado tiempo.
Las interpretaciones del dúo protagónico son sin duda increíbles, Cailee Spaeny atraviesa con habilidad el crecimiento y desarrollo de Priscilla, tanto físico como emocional. Mientras, Jacob Elordi por su parte nos presenta una perfectamente pulida representación de Elvis. Además, la estética y vestuario nos transportan instantáneamente a esa época en la que sin duda desearemos haber nacido una vez salidos del cine. Una nueva muestra de la habilidad de Sofía Coppola en cuanto a female gaze se trata.
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