He leído mucho que Lift: Un robo de primera casa es una de las peores películas de la plataforma de streaming, y tampoco creo que sea justo calificarla así. Simplemente es una cinta entretenida, a la que conviene asistir con la mente en blanco para no cuestionarte ni sus agujeros de guion ni sus interpretaciones de cartón piedra (al menos en una mayor parte de los casos). Además, siempre se agradece ver a Úrsula Corberó petándolo en Hollywood, por lo que sigue leyendo y descubre la crítica de Lift: Un robo de primera casa.
Lift: Un robo de primera clase es una correcta película de acción
Lift: Un robo de primera clase empieza con una prometedora incursión en el mundo del crimen, introduciéndonos a través de un robo de un NFT en una subasta en Venecia. La elección de algo tan moderno como el NFT y las criptomonedas en el contexto de un atraco es una decisión que me ha parecido bastante inteligente porque acerca la trama a un público muy joven. Sin embargo, el resto del guion no se sostiene por sí solo por una idea buena: la trama es aburrida y la hemos visto mil veces por mucho que el trasfondo sea innovador.
El gran problema de Lift: Un robo de primera clase es que carece de chispa y originalidad, elementos imprescindibles para destacar en un género tan saturado como es la acción y el thriller de atracos. Tampoco en lo técnico destaca: F. Gary Gray cumple como director en las secuencias de acción, pero no intenta hacer algo nuevo, como si estuviera esperando un proyecto a la altura para subir de nivel. Son muchas las situaciones que hemos visto en otras películas del género, por lo que si eres un asiduo a este tipo de cine, verás venir la mayor parte de giros.
Volviendo a hablar de esa evidente falta de personalidad, Lift: Un robo de clase no logra destacar ni diferenciarse del montón, dando la sensación de ser más un remix de elementos ya vistos en otras películas de atracos. Los personajes, por su parte, se sienten como simples arquetipos reciclados del género, desde el cerebro del grupo hasta el ladrón y el piloto. La ausencia de personajes verdaderamente memorables contribuye a que la película no deje una impresión duradera en el espectador. Si os digo que únicamente me acuerdo del personaje de Úrsula Corberó, y más que nada porque es la razón por la que tenía ganas de ver la cinta…
¿Y qué hay de los diálogos? Artificiales y para nada realistas: es imposible conectar con una historia que está supeditada a la acción, y no al revés. Además, falta mucho desarrollo en las interacciones que se producen entre los miembros del grupo de ladrones. Y he de decir que Kevin Hart como protagonista ha sido una decisión nefasta.
Pese a todo, Lift: Un robo de primera clase cumple
En resumen, Lift: Un robo de primera casa se queda corta en cumplir las expectativas generadas por su intrigante premisa inicial. Aunque comienza con una nota prometedora, la película no logra mantener la frescura y la originalidad a lo largo de la trama. Sin embargo, el resultado final no desentona y no es peor que otras películas de acción que ha estrenado Netflix durante todos estos años. Ni mucho menos es una cinta notable, pero tampoco un suspenso claro.
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