Un par de años le dan suficiente distancia a It: Capítulo Dos de su primera parte. La secuela que también está dirigida por Andy Muschietti continúa la historia de los Perdedores, y aunque difícilmente es más aterradora que su antecesora, sí profundiza en los huecos que quedaron en la primera película, al mismo tiempo que explora el mayor horror que los adultos pueden enfrentar: la vulnerabilidad de la infancia.

Tras los hechos de la primera película, It: Capítulo 2 comienza 27 años después con Mike Hanlon (Isaiah Mustafa) llamando a sus amigos de la infancia: Bill (James McAvoy), Beverly (Jessica Chastain ), Richie (Bill Hader), Eddie (James Ransone), Ben (Jay Ryan) y Stan (Andy Bean) para regresar a Derry, tal como lo prometieron, para acabar con Eso, la criatura sobrenatural que derrotaron de niños y que de nuevo acecha a la población en la que crecieron. Pero al hacerlo, pronto descubren que Eso los está esperando con perturbadora emoción.

Con el excelente trabajo del elenco adulto, y un empujoncito de nuevo material con los actores juveniles, It: Capítulo Dos aborda de una forma conmovedora los temas centrales del relato: los traumas de la infancia, sus secuelas, y las amistades de la adolescencia. Muschietti resulta mucho más exitoso al explorar las emociones del grupo y sus relaciones interpersonales, que en los elementos de horror proporcionados por la criatura antagonista.

Uno de los puntos negativos de la cinta es su ritmo por momentos aletargado. Al haber agotado la mayor parte de la historia de los Perdedores en It, Muschietti debe recurrir a flashbacks sobre escenas no antes vistas para hacer avanzar la trama de la secuela. Ese vaivén entre el pasado y el presente cobra su peso en la estructura del relato que llega a sentirse repetitiva y cansada, sobre todo cuando cada uno de los siete protagonistas debe revivir sus memorias.

Algunos de los flashbacks sí toman mayor relevancia conforme transcurre la narrativa, por lo que habrá que tener algo de paciencia. Muschietti y Gary Dauberman, su guionista, buscan compensar así la falta de profundidad con la que abordan a ciertos personajes en la primera parte y logran darles un sentido mucho más interesante a algunos roles, al mismo tiempo que introducen los cambios que hicieron respecto a la novela. Sin entrar en spoilers, el desarrollo de Ritchie, Stan y Mike son los que más se benefician.

Podemos decir que las variaciones respecto a la fuente original no deberían presentar un problema para los seguidores de Stephen King . En It: Capítulo 2 se mantienen y respetan los sucesos que son determinantes en la vida de los protagonistas, Muschietti introduce de manera sutil nuevos elementos que encajan bien con lo que se cuenta en la novela, como el ritual para destruir de una vez por todas a Pennywise (Bill Skarsgård). Les adelantamos que hay un cameo divertidísimo que seguramente disfrutarán.

Aunque el director tiene un buen ojo para generar secuencias de tensión, parece que su sentido de lo monstruoso no es el mejor para provocar terror y lo soluciona con criaturas muy elaboradas pero que por sí mismas no son perturbadoras. Se le agradece que no incurriera en los fáciles jumpscares.

Las actuaciones del reparto son el principal soporte de la película. Por ejemplo, la química entre Chastain, McAvoy y Ray traspasa la pantalla grande, y lo mismo sucede entre las divertidas y rápidas interacciones de Hader con Bean. 

Son ellos el corazón de este grupo de amigos que, desafortunadamente, tienen un trágico pretexto para reencontrarse. Cuando ellos la pasan mal, la audiencia lo pasa mal y cuando están divirtiéndose, al ponerse al corriente en la escena del restaurante, por ejemplo, las risas entre el público tampoco paran.

It: Capítulo Dos sigue de manera fiel las líneas del texto original. Los Perdedores reviven los traumas que definieron sus vidas adultas y se ven inmovilizados por la vulnerabilidad infantil que regresa.